Compartimos la alegría de Raquel, que dio su SÍ a la llamada del Señor y a la misión como Voluntaria de la Inmaculada padre Kolbe. Junto al cariño de su hermosa familia, acompañada por misioneras y voluntarios y su comunidad parroquial de Alvear, Raquel renovó su consagración a María y su agregación.
«El amor es el secreto de Dios. Delante a Él no existe el grande, el pequeño, lo mucho, lo poco, solo el amor» (padre Luis M. Faccenda)
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