Ofrecimiento personal
Virgen Inmaculada, Madre de Jesús y Madre nuestra
te entrego todo lo que tengo,
todo lo que amo, todo lo que soy;
mi cuerpo, mi corazón, mi mente,
para ser en tus manos testigos del Evangelio,
como san Maximiliano Kolbe.
Acompáñame cada día
para que pueda vivir y transmitir
la bondad y el amor de Dios.
Te ofrezco las oraciones,
obras y sacrificios de este día. Amén
Oh María, concebida sin pecado
ruega por nosotros que recurrimos a Ti
y por cuantos a Ti no recurren,
en especial por los enemigos de la Santa Iglesia
y por aquellos que te son encomendados.
“El culto a Dios sincero y humilde no lleva a la discriminación, al odio y la violencia, sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad y la libertad de los demás, y al compromiso amoroso por todos” (FT 283)
Ni la religión, ni la raza, ni el dinero, ni el poder nos deben hacer olvidar que todos, sin distinción, salimos de la mano del Dios bueno que nos ha creado...
Para quien desea poner su vida en las manos de María tenemos previsto un itinerario de preparación en nuestros Centros.
El acontecimiento tuvo lugar el 27 de noviembre de 1830, en París, en Rue de Bac, la Virgen Santísima se le apareció a Santa Catalina Labouré.
Virgen Inmaculada, te entrego todo lo que tengo, todo lo que amo, todo lo que soy