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Padre Luis Faccenda

El coraje de ir

Celebramos los 100 años del nacimiento del padre Luis Faccenda, fundador de nuestro Instituto, y los 15 de su partida al cielo. Son muchos los motivos para agradecer y hacer tesoro del carisma, de su rica herencia espiritual y misionera.  Presentamos breves páginas del su biografía que iremos publicando en María Misionera, que ha escrito Giuseppina Marinaro.

¿Qué sucedió en Emilia-Romaña el día después del 25 de abril de 1945? Al final de la guerra se registraron acontecimientos muy serios: violencia feroz, masacres, asesinatos, enfrentamientos y venganzas despiadadas, con un trasfondo político, social y privado, y un contexto de graves abusos y amenazas. En este clima candente, se unen la experiencia humana y espiritual del padre Luis Faccenda y el trabajo valiente y dinámico de la Milicia de la Inmaculada en Bolonia. El movimiento se propaga rápidamente en la devastada Región de Emilia que necesita reconstruirse material y espiritualmente y resurgir de los escombros ideológicos y sociales de la posguerra. Conquista a todos, pequeños y grandes, penetra en distintos ámbitos: iglesias, escuelas y hogares. La dimensión mariana y misionera del movimiento surge desprovista de exaltación y fanatismo. Sostenida por una poderosa y genuina fe en la Virgen María y en la fuerza del Evangelio, responde a las expectativas de vida y felicidad del pueblo de Dios en esos años difíciles..

 

El padre Faccenda es un hombre de fuertes convicciones, tiene ante sus ojos el horizonte y da el paso decisivo. Enamorado de la vida y de la espiritualidad de Maximiliano Kolbe, trabaja con todas sus energías, llega a ciudades, pueblos, parroquias cercanas y lejanas, llevando con él, a la Virgen consagrada a Dios y la causa del Evangelio. Su corazón está lleno de amor y alegría. Los proyectos y actividades que desarrolla son muchas: predicación, conferencias, ejercicios espirituales para adultos y campamentos para niños, peregrinaciones marianas, consagración a María en las parroquias, y además la impresión y publicación de los primeros libros. En 1954, año mariano y centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, la milicia del padre Luis está en pleno apogeo: un grupo de chicas boloñesas, con el coraje que dan los sueños, pide consagrarse a Dios y querer ser María de nuestros días.

De sus palabras: "Las preguntas se repetían, así que me vi obligado a examinarme. Me examiné a la luz de los superiores, a la luz de la Iglesia, a la luz de la Orden. Todos decían: ‘Es necesario comenzar, es necesario dar inicio’. Me rendí, me di por vencido y dije: ‘No pude ser misionero en China o África. Si la Virgen lo quiere, este Instituto hará lo que yo no he hecho y no podré hacer’. Así nació el Instituto de las Misioneras de la Inmaculada Padre Kolbe. ¿Qué haremos? ¿A quién seguiremos? En primer lugar, al ideal de san Maximiliano Kolbe: llevar a María, hacerla conocer, estudiar a María en el misterio de Cristo y de la Iglesia, para que el pueblo de Dios pueda mirarla, aferrarse a su ayuda, para llevar a Cristo al mundo. Y comenzó el trabajo’" (Homilía, mayo de 1987).

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