"La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús" (Evangelii Gaudium,1).
El deseo de vivir y compartir la alegría del encuentro con Cristo nos anima y nos pone cada día en camino como discípulos –misioneros, con humildad y confianza, en el estilo de María, Estrella de la nueva evangelización. Misioneras y Voluntarios, juntos, colaboramos con la Iglesia universal y local, en una actitud de escucha de las exigencias del lugar donde nos encontramos, para ser una presencia mariana- misionera, a través de nuestro carisma específico.
En la elección de las actividades apostólicas no excluimos ningún lugar, ambiente, categoría o persona, sin embargo existen expresiones que, fieles a la tradición del Instituto y todavía actuales, constituyen la forma específica en el que operamos.